En agosto tenemos la huerta a pleno rendimiento y hemos aprovechado para hacer unos pintxos con calabacín. Esta verdura se puede preparar de muchas formas y una de ellas es rebozado. En este caso hemos querido darle un toque con jamón y queso, ya que así para quien no le guste demasiado este producto o lo resulte demasiado dulce, conseguimos disimular un poco su sabor.
Podéis preparar los pintxos con antelación y luego calentarlos a la hora de servir sin que pierdan sabor ni propiedades así que es un plato muy cómodo.
INGREDIENTES
1 calabacín
Jamón de york
Queso tranchete
Harina
Huevo
Aceite para freir
ELABORACIÓN
Con el calabacín entero, sin pelar vamos haciendo ruedas no muy gruesas, de unos 3 o 4 milímetros. Las ruedas no deben ser muy finas porque se podrías romper, pero tampoco muy gruesas porque el calabacín quedaría crudo. Yo os recomiendo además no pelarlo porque así aguanta más sin romperse.
Luego vamos poniendo un poco de jamón cocido y un trocito de queso entre dos lonchas y reservamos. Cuando ya tengamos todos los discos rellenos los pasamos por harina y huevo y los freímos en aceite. Los sacamos a un plato con un poco de papel de cocina para quitar el exceso de grasa y los pasamos a la fuente.
Los podéis degustar en el momento o reservarlos para más adelantes sin más que calentándolos un poco para volver a fundir el queso de dentro.
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